jueves, 26 de mayo de 2011

Herraje

HERRAJE

Para herrar un caballo existen dos técnicas, la primera de ellas es el herraje a fuego o en caliente, y la segunda es el herraje en frío.
En la primera técnica se requiere tener la fragua cerca para calentar las herraduras al rojo vivo, de esta manera se prepara la justura y se amolda perfectamente al casco, los inconvenientes de este tipo de herraje son que el calor deseca al casco, lo hace quebradizo y menos flexible, por lo tanto es más propenso a lesiones.
En la segunda técnica, no se requiere la fragua y las herraduras se colocan en frío en el casco del caballo, sin embargo la herradura no se amolda perfectamente, pero no se tienen los inconvenientes del herraje en caliente.
Existen las técnicas inglesa, francesa y española de herraje de caballos. La diferencia entre estas técnicas es que la inglesa utiliza la cuchilla inglesa para el corte mientras que la francesa y española utilizan el pujavante.
Lo primero que hace el herrero es quitar la herradura vieja de los cascos de los caballos, para ello sostiene el casco en medio de las piernas, despliega las roblas de los clavos con cuchillo especial y deja los clavos en su posición original.
Posteriormente utiliza las tenazas para herrar debajo de una de las tablas de la herradura, y las afloja, después utiliza las tenazas para aflojar la herradura en los hombros y cuartas partes del casco. Separa los clavos y los extrae con las tenazas de herrar, desde el talón a la pinza del casco, y retira la herradura, si quedan clavos después de retirar la herradura los debe quitar con el botapuntas.
Una vez retiradas las herraduras se recomienda que el herrero examine el desgaste para corregir algún problema. Entonces se prepara el casco retirando el exceso de crecimiento.
Uno de los aspectos fundamentales en el herraje de un caballo es ajustar la herradura al casco y no a la inversa. Para aplicar la nueva herradura lo primero que debe hacer el herrero es modificar la justura de la herradura para ajustarla al tamaño del caso. Para orientarse en este proceso toma como referencia la línea blanca del casco y la punta de la ranilla.
La herradura también debe ajustarse a los callos para que ajuste al largo adecuado para lo cual se cortan con un cincel. Se dice que una herradura estará adaptada al casco cuando las ramas son 1.5 mm más anchas que el casco. Los callos sobresalen 6mm, y las lumbres del casco y las lumbres de la herradura coinciden.
Una vez centrada y adaptada la herradura es clavada por el herrero. El clavo se deberá adaptar al tipo de herradura, la función del caballo y el espesor de la uña, por lo que clavos demasiado cortos pueden dejar flojas las herraduras y los clavos muy largos y anchos pueden lesionar al casco.
La introducción de los clavos es mediante golpes ligeros sesgados para que se mantengan paralelos a las fibras y un golpe seco al final para que la punta sobresalga de la muralla del casco. Se ponen empezando por los clavos de las cuartas partes y los demás se alternan hasta llegar a la lumbre. Por último se liman las roblas con la escofina para eliminar las partes ásperas.

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