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También existe una escuela (en el sentido de enseñanza y tradición) que utiliza un aparejo auxiliar que se anuda en la crin de la cola del equino y va directamente a la boca del caballo, logrando una hiperflexión permanente y forzada. Esto prometo será motivo de otra nota.
ROLLKUR
La hiperflexión del cuello del caballo, o el “Rollkur”, hasta hace un tiempo absolutamente prohibida en los manuales de doma, la han impuesto en todo el mundo la amazona holandesa Anky van Grunsven y su entrenador y marido Sjeff Janssen con sus éxitos. Esto ha provocado una polémica internacional, sobre los beneficios o perjuicios que este método puede conllevar para el caballo, que hasta el momento ha quedado sin veredicto.
Tal ha sido la polémica que se han formado dos bandos, los que defienden a la amazona y a su marido-entrenador, y la de quienes se muestran partidarios del sistema de monta tradicional alemán.
La cuestión es que siempre habíamos escuchado que el caballo debería tener su frente en la vertical y nunca traspasar ésta, al objeto de evitar el encapotamiento y la formación de un doblamiento erróneo del cuello . Sin embargo, Salinero, el caballo de Anky (1ª foto), a pesar de ser entrenado en una hiperflexión constante no solo no presenta efecto nocivo alguno sino que está siendo el caballo olímpico más importante de la doma actual.
El primer jinete en usar esta técnica fue en su día la amazona Nicole Uphoff, de Alemania, con su caballo “Rembrandt” de la mano del que entonces era su entrenador Harry Boldt. Una importante revista alemana publicó algunas fotos que mostraban este método y el revuelo que se armó en el sector fue monumental. Ella salió al paso diciendo que se trataba de una solución extrema, en absoluto válida para todos los caballos, y solo con el propósito de corregir puntualmente sus problemas. Lo cierto es que “Rembrandt” asombró a todos en los cuadrilongos internacionales por su ligereza y por su elegancia, algo que contrastaba con otros caballos de entonces más pesados y menos flexibles.
El “Rollkur” consiste en entrenar al caballo haciéndole bajar profundamente la cabeza hasta debajo de la horizontal de la cruz y poner la frente muy detrás de la vertical, curvando el cuello considerablemente todo lo posible. Esto se extiende también a doblar el cuello a ambos lados, primero a uno y luego al opuesto, preferiblemente durante pasos medios o durante cambios rápidos de dirección. La flexión aparece principalmente en las vértebras cervicales más bajas. Lo que se consigue con la hiperflexión es un mayor sometimiento del caballo en todo momento y un aligeramiento del tren posterior que se traduce a su vez en una mayor ligereza general. Al salir a la pista de concurso el nivel de exigencia se reduce y se procura llevar el caballo en la vertical.
Otra jinete que también hace uso de esta técnica, pese a que curiosamente se considere que no lo hace, es Isabel Werth con su caballo “Satchmo”. La hemos podido observar a la par de Anky durante las sesiones de entrenamiento en alguna competición internacional. Ambas llevaban efectivamente al caballo con el cuello absolutamente enrollado, muy detrás de la vertical; los ejercicios que hacían eran lentos y se fundían sucesivamente con fluidez, la reunión era máxima, seguida de periodos de riendas largas en las que el caballo aprovechaba para estirar hacia abajo y hacia delante el cuello. El posterior de ambos caballos estaba ligero y atento a las indicaciones del jinete, pero en ningún caso se podía hablar de un gran remetimiento debajo de la masa. Isabel luchaba por conseguir que el cacaballo se descontrayera y finalmente “pasara”, que estuviera delante de la pierna. En ocasiones tenía que emplear sus ayudas de piernas con contundencia para lanzarlo hacia delante. “Salinero” y “Satchmo” ensalivaban abundantemente, estaban tranquilos y llamaba la atención la enorme ligereza con que montaba en la pista de entrenamiento Anky.
Los que estábamos presentes comentábamos este nuevo sistema de la hiperflexión.
Desde entonces, el “Rollkur” no ha hecho sino proliferar entre los amateur. Hoy es frecuente ver este sistema de monta en las hípicas.
El “Rollkur” se ha popularizado erróneamente como un “Anky versus Isabell”, modernidad versus tradición. Actualmente se ha calmado algo respecto a hace unos años cuando salió el tema por primera vez en la prensa , y que a continuación fue exagerado artificialmente y en ocasiones con poco conocimiento de causa. Sin embargo la línea que siguen mayoritamriamente los profesionales se diría que por ahora se decanta por la modernidad. De las conversaciones con los jinetes, jueces y entrenadores con los que hemos comentado el “enrrollamiento”, se llega a la misma conclusión: hay muy pocos datos sólidos para poder decir científicamente qué es malo, qué es bueno para el caballo en este caso, y por eso al final cada uno monta según su propia experiencia de lo que le funciona y lo que no.
Una cosa es montar “deep & low” (profundo y abajo), y otra maltratar a un caballo. Hay veces en que para un caballo la monta con elevación puede ser igual de mala o incluso peor. Al final, lo más adecuado es juzgar cada caso en concreto, observar concretamente si el caballo está bien, y si trabaja contento. Trabajar a un caballo detrás de las riendas es diferente de esas ocasiones en las que se pueden presenciar escenas donde claramente hay un exceso y un abuso, y se ha roto la armonía por completo.
Por otro lado no se puede dejar de analizar la situación desde otro punto de vista; como decimos, el de los hechos, el de que se trata de binomios que ganan una y otra vez la copa del mundo, etc. Objetivamente hay que decir que el “Rollkur” no puede ser tan malo si ganan tan contundentemente. Por otro lado la pregunta que queda en el aire es si el fin puede justificar los medios.
La polémica en realidad ha ido más allá y se ha personificado en Holanda y Alemania. Lo primero que se deduce es que entre ambos países hay en general diferentes formas de montar, sin que esto sea un obstáculo para que en Alemania haya gente que monta estilo Anky, y que en Holanda haya gente muy influida por el sistema alemán. Los holandeses han creado con su forma de monta el sistema holandés, su propio sistema, que busca más la elasticidad que el movimiento hacia delante típico de la época de Klimke. La doma ha cambiado hacia los países bajos y algunos alemanes puede que miren esto con cierto recelo. Pero que haya mucha gente que imite el “Rollkur”, sin saber bien lo que hace, no lo convierte en malo. Lo mismo se podría decir del método alemán.
Finalmente, en la doma clásica centroeuropea siempre se está vigilante sobre si algún caballo va demasiado alto, bajo, cerrado etc., cuando sin embargo en el salto nadie se preocupa por estos temas, y se puede utilizar todo tipo de artilugios, cualquier filete, martingalas, etc. En la monta western o vaquera por ejemplo, nadie se alarma por lo que se hace, cuando desde luego no parece que sea precisamente lo más adecuado para los caballos.
En realidad el “Rollkur” se reduce a coger a la gente y decir, mirad este caballo, ¿cómo lo veis, os parece que está tranquilo y a gusto con lo que hace o no?. Cualquiera que sea la respuesta no dependerá casi nunca de si el caballo está delante o detrás de la vertical, demasiado alto o demasiado bajo, sino que dependerá de muchos otros factores, que son los que hay que valorar.
Dejando a un lado la polémica, el “Rollkur” es una herramienta que, en su caso, solo puede ser usada por profesionales con un profundo conocimiento del entrenamiento. De lo contrario, como vemos se pueden producir trágicos perjuicios para la salud y el respeto al caballo. Un jinete en su nivel básico no debería nunca hacer uso del mismo porque mucho antes hay que fijar la cruz, afianzar el contacto, la marcha en los aires laterales, y tener una idea clara de lo que significa tener al caballo delante de la pierna.
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