viernes, 15 de abril de 2011

Shire

Shire

El origen de la raza Shire, como el de otras muchas razas, se pierde en la niebla del tiempo, pero sí se tiene una noción aproximada de su procedencia.
El Shire es el superviviente de un tipo primario de caballo que ya fue llamado por escritores medievales como el 'Gran Caballo'. Si este caballo no es originario de Inglaterra, este país sí que adquirió en fecha muy temprana una gran reputación por producirlo. De hecho, el "Gran Caballo" inglés parece haber sido un desarrollo nativo del "Caballo de Guerra" británico de cuya fuerza, valor y aptitud para la disciplina ya hablaban los cronistas de las legiones romanas en sus primeros desembarcos en esas orillas.
Hay buenas razones para creer que del Gran Caballo inglés se originaron los Shire modernos. Realmente parece ser verdad que los animales más poderosos que existen ahora en Inglaterra, tanto para la agricultura como el comercio (es decir, las artes de paz) son los descendientes directos del caballo que llamó la atención de Julio Cesar su por su eficacia en las persecuciones de guerra.
El destino del Shire y de Inglaterra se entrelaza inexorablemente. En el periodo entre el reino de Enrique II, 1154, y de Elizabeth (comenzado en 1558) parece haber habido un objetivo constante del gobierno de aumentar el tamaño y número de caballos llamados "El Gran Caballo". Una pequeña maravilla, el peso de muchos soldados a caballo, en armadura, superaba los 200 Kg para jinete y armadura.
Durante el reinado del Rey Juan, de 1199 a 1216, hay razones para creer que se importaron a Inglaterra procedentes de las tierras bajas de Flandes, Holanda, y los flancos del Elba, cien sementales de gran estatura; y es de esta mezcla de hace unos 

800 años en la que los pesados caballos de Inglaterra deben fechar su origen.
Otro escritor describe estos caballos flamencos siendo la mayor parte negros, con marcas blancas en la cara y los pies, y frecuentemente con todas sus piernas blancas hasta las rodillas y corvejones. Eran altos, musculosos, bien desarrollados en los puntos vitales, y de manos anchas, aplastadas, de miembros duros y fuertes articulaciones, y los pies orlados con pelo largo hasta el extremo superior de la caña.
Durante el reinado de Enrique VIII, de 1509 a 1547, se dirigió atención especial a la cría y de caballos fuertes, y varias leyes se pasaron con ello en mente. Como la prohibición, entre 1535 y 1541, del uso para engendrar de caballos menores 15 manos (apx. 152 cm) en altura y también toda la exportación, incluso a Escocia.
La guerra es pues la antigua herencia y rol de los Shires.
Pero si fue útil en la guerra, demostró incluso serlo más en la paz. Volviendo su atención de la batalla al comercio y la agricultura, en una nación que toma ambos muy a pecho, el Shire se volvió un tesoro nacional en los 1800s. Los Shire castrados desde los muelles y a través de las calles de sus ciudades. Sobre las mal pavimentadas calles y por caminos ásperos, el peso se oponía al peso. Hubo una gran demanda, década tras década, de caballos macizos con gran fuerza muscular. Ambas cualidades eran necesarias para permitirles mover el comercio de esta nación. Era la clase de situación que requirió las habilidades del criador, y los ingleses nunca han fallado en este aspecto. Cualquier tipo de animal doméstico que han necesitado lo han desarrollado.
Y eso pasó con esta raza de caballo. Las necesidades del imperio y el temple de la época requerían un caballo de enorme volumen, fuerza muscular prodigiosa, y docilidad... y los ganaderos y granjeros de Inglaterra respondieron con una de sus más finas creaciones el caballo Shire.
Los pantanosos condados de Lincolnshire y Cambridgeshire demandan ser los primeros en influir en la raza y fue en estos condados donde se hicieron las primeras ventas de este caballo en Inglaterra. Leicestershire, Staffordshire, y Derbyshire fueron los primeros en beneficiarse, y luego, poco a poco, el Shire virtualmente cubrió toda Inglaterra.
Había ciertas diferencias. Los Shires procedentes de Lincolnshire y Cambridgeshire, tendieron a tener más hueso y pelo que aquéllos de sus vecinos. Yorkshire y Lancashire, por ejemplo, eran famosos por los caballos de una textura más fina y con más resistencia. Las grandes demandas del comercio en Liverpool, donde se usaron miles de robustos castrados, ciertamente contribuyeron a corregir el tipo, la entereza, y la gran fuerza en el caso del tipo norteño así como las de Londres hicieron con el tipo del sur.

Un tratante americano, distribuidor de varias castas y experto reconocido, decía sobre el Shire. "Yo he tenido oportunidad de hacer extensas observaciones personales sobre el resultado de cruces con yeguas americanas nativas, así como en cruces con otras razas, y la satisfacción es total. Ellos han sido capaces de transmitir e imprimir sus propias características con notable certeza, y el nombre de "Caballo del Shire" se ha vuelto sinónimo de fuerza, constitución, energía, y resistencia."

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