Símbolo mágico que está considerado como el talismán más antiguo del mundo y sus aplicaciones esotéricas, casi infinitas, van desde su capacidad para protegerse del entorno, conciliar o disipar dudas, hasta conseguir deseos o ayuda en la buena suerte de la persona.
Asimismo, la herradura es el más común amuleto de la buena suerte en la moderna América del Norte y la podemos encontrar representada en toda clase de modelos en forma de joyas, tapices e incluso en los logos de las empresas.
Según dicen sus poderes vienen de la forma especial que tienen, del metal de su fabricación y de ser usadas: se supone que los caballos al golpearlas contra el suelo, las cargan con su propia energía y la de la Tierra.
Hallar una herradura es sin duda símbolo de fortuna, y más aún si conserva algunos de los siete clavos característicos.
Hoy en día no son fáciles de conseguir, pero si puede obtener una, obsequie a quien se la da una botella de vino, licor o miel. Si la compra, pagúela con monedas y no con billetes.
Cuando la coloque en su casa, tenga en cuenta que si no está en la puerta de entrada, o en un pasillo mirando hacia allá, la herradura ejerce malas ondas.
Sujétela con clavos en número impar, 3, o 5. Estos no deben ir, en lo posible, en los agujeros que se usaron para clavarla a la pezuña del caballo.
Y otro detalle más: hay creencias que aseguran que la puerta sobre la cual se coloca la herradura debe ser de un solo color, para no interferir con sus diversas vibraciones.
La creencia popular de las herraduras como símbolo mágico se extiende desde Italia pasando a través de Alemania y llegando incluso a la Gran Bretaña y Escandinavia.
También es muy común encontrarse con puertas construidas en forma de herradura. En el Medio-Oriente, se encuentra la terracota vidriada de color azul en forma de herradura. En Turquía se ha incorporado el símbolo de la herradura a los famosos Ojos Turcos para prevenir del mal de ojo y la mala suerte, etc.
Muy bien explicado. So... Good Luck!! anda que, yo que la solía poner encima del árbol de Navidad...
ResponderEliminarPor cierto, he oído, tú me lo podrás confirmar mejor, que cuando ya ha pasado un tiempo las herraduras de los caballos no les hacen daño y es como si llevasen un anillo o algo así, pero que hay que renovarlas cada cierto tiempo y el animal lo agradece. Algo así me suena... si te apetece podrías contar alguna cosilla sobre esto.
Buena suerte con TODO.
Almu.